Las enfermedades causadas por hongos pueden provocar pérdidas importantes en el rendimiento y la calidad de los cultivos de arroz, palta y uva de mesa, sostiene el Ing. Jorge Llontop Llaque, consultor en sanidad vegetal y docente en la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo. “Diversos hongos pueden reproducirse con más facilidad. La lluvia, la humedad y la temperatura son su particular “paraíso”, sostiene.
Las lluvias de las últimas semanas en el norte del país han sido un alivio para el campo, que ha podido recargar los embalses y acuíferos. Pero también constituyen un riesgo fitosanitario por el incremento de la incidencia y severidad de algunos hongos en numerosos cultivos por las condiciones de humedad que se han producido, en combinación con temperaturas relativamente suaves.
“Las enfermedades producidas por los hongos siempre están presente, pero hay algunas que son más frecuentes y severas, en ciertas condiciones del clima como las que se viene presentando en La Libertad, Piura y Tumbes por el fenómeno El Niño”, señala el Ing. Jorge Llontop Llaque, consultor en sanidad vegetal y docente en la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo, Lambayeque.
¿Cómo la enfermedad se disemina? El Ing. Llontop explica que cuando una gota de agua impacta contra la superficie de una hoja, se genera un anillo de aire que impulsa las esporas secas hacia arriba, facilitando su dispersión por la atmósfera. “Si una planta está infectada con patógenos, otra se puede contagiar a través de este mecanismo, pero también puede dispersarse gracias a la acción del viento”, asegura.
Cuando se presentan factores climáticos tales como humedad, temperatura, radiación solar y el viento, la formación del grano se vería afectado.
Según el especialista, con el incremento de la temperatura en el norte del país (30 °C, aproximadamente), se presentarían las siguientes enfermedades con mayor severidad en el arroz:
ꟷ Frente a este cuadro, ¿qué recomendaría a los productores a fin de evitar daños y pérdidas en el cultivo?
ꟷ Ante esta situación de riesgo por las intensas lluvias, se debe realizar labores de manejo de drenaje en parcelas ubicadas en zonas planas y bajas; limpieza de campo para evitar la proliferación enfermedades y plagas; así como realizar las aplicaciones preventivas frente a estos fitopatógenos. Suministrar, aparte de NPK, microelementos (boro, magnesio, calcio, zinc, etc.) para darle mayor fortaleza a la planta, recurrir a la aplicación de productos biológicos (hongos Trychoderma, Bacillus spp.) para controlar a los hongos patógenos. Es necesario recalcar que es recomendable utilizar semilla certificada. También sugiero eliminar residuos de cosecha, limpiar las maquinarias agrícolas, entre otras prácticas.
El especialista sostiene que cultivos de exportación como el palto y la vid también podrían verse afectados. “Hay un alto riesgo de que la palta sea atacado por la antracnosis, una patología asociada al hongo Colletotrichum gloeosporoides. Cuando esto acontece, el hongo sobrevive asociado al árbol, principalmente en las ramas, desde donde contamina la fruta en desarrollo a través del escurrimiento del agua libre al interior del árbol (lluvias, neblinas, rocíos). Se mantiene también en los frutos caídos. Una vez infectado el fruto, el inóculo se mantiene en forma latente esperando condiciones de mayor susceptibilidad del fruto, las cuales se desencadenan principalmente durante el almacenamiento y maduración en poscosecha”, detalla.
El Ing. Jorge Llontop Llaque también refiere que podría presentarse el Lasiodiplodia theobromae, un hongo que causa serios problemas en el palto, cuya sintomatología se denomina “muerte regresiva”, cancrosis de tallos y ramas y pudrición del fruto. Al matar plantas o ramas y dañar el pedúnculo de los frutos, baja significativamente el rendimiento de frutos. “Esta enfermedad es muy difícil de controlar”, acota.
En el caso de la vid, agrega, desde la fase de brotación, se presentarían condiciones favorables para la presencia de enfermedades como oídio y mildiu. Esta última es una enfermedad potencialmente muy peligrosa, porque es producida por el hongo Plasmopara vitícola, que afecta a todas las partes verdes de la vid, principalmente hojas, inflorescencias y bayas.
La temperatura óptima para la reproducción sexual del hongo causante de la enfermedad es de 18-22 °C.
El mildiu de la vid es una enfermedad que de no controlarse a tiempo puede llegar a provocar pérdidas irreparables en las cosechas, llegando incluso a echarla a perder completamente.
¿Cuál sería el método de control? El Ing. Llontop Llaque recomienda el control de estos patógenos no solo con el uso de fungicidas, sino también con en el manejo adecuado de la plantación; básicamente las podas, aireación de la planta, más iluminación natural, disminución de las dosis de nitrógeno, incremento del calcio, silicio. Promover la formación de las defensas naturales con probióticos, priorizando a especies de Bacillus, Pseudomonas, trichoderma y de extractos de plantas con efecto biocida. Rotar ingredientes activos o grupos químicos de los fungicidas para evitar generar resistencia de estos patógenos.
Finalmente, el consultor en sanidad vegetal y docente hace un llamado a los funcionarios del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego y demás autoridades locales y regionales para que capaciten y den asistencia técnica a los agricultores. “Ojalá que en un tiempo cercano volvamos a trabajar como en los años 70 y 80. Los pequeños y medianos agricultores recibían asistencia técnica de parte del Estado, la cual ya no se realiza desde hace varios años”, sentencia.
Fuente: AGROPERÚ Informa