Más allá de medidas inmediatas para atender la emergencia agraria por sequía, lo que plantea la Dra. Carmen Felipe-Morales Basurto, especialista en Agroecología y copropietaria y conductora de la finca Bioagricultura Casa Blanca, ubicada en el Valle del río Lurín en el distrito de Pachacamac, Lima, es masificar proyectos de “siembra y cosecha de agua”, para responder a la amenaza y desafío de la escasez hídrica por efecto del calentamiento global.
Existe la posibilidad de que en febrero mejore el panorama hidroclimático en una parte del país, pero el período de lluvias sería corto, ¿qué cultivos de corto período vegetativo recomienda sembrar para aprovechar las probables tardías precipitaciones, Dra. Carmen Felipe-Morales?
En primer lugar, y creo que lo más importante, es almacenar agua de lluvias en reservorios, microreservorios, qochas, durante el período lluvioso, con el fin de utilizarla para riego tras el cese de las precipitaciones para continuar produciendo. Luego, según los diferentes pisos altitudinales, determinar qué cultivos serían los más recomendables, aunque por lo general, lo que se sugiere es sembrar hortalizas (lechuga, beterraga, rabanito, pepinillo, vainita), que son cultivos de corto período vegetativo y variedades precoces de ciertos cultivos.
Y en las zonas donde persistiera la sequía ¿qué sugiere para superar o mitigar el impacto de los daños y pérdidas por falta de lluvias?
Ya estamos con el problema encima y lo único que queda es esperar el despliegue de acciones de socorro para los damnificados por el Estado. Y en un contexto de cambio climático, provocado por el calentamiento global, lo que se debió hacer desde hace mucho tiempo es trabajar en acciones de prevención, como la masificación de proyectos de “siembra y cosecha de agua” en escala nacional, que comprende la construcción de reservorios, microreservorios, qochas, zanjas de infiltración, terrazas de banco, actividades de forestación y reforestación, con fondos del Estado. Si no hacemos esto ahora, estaremos lamentándonos siempre.
Considerando que la actual situación por la que atraviesa el agro es de emergencia, ¿qué medidas urgentes deberían dar el gobierno y el congreso de la república para afrontar la sequía?
Una declaratoria de emergencia sólo en el papel no tiene ningún efecto real si no cuenta con el presupuesto necesario para financiar las acciones y actividades para mitigar los efectos de la sequía. Considero que una de las medidas inmediatas para salvar a los animales que están muriendo por falta de pasto y agua, sería trasladar las brozas de los valles exportadores hacia las zonas donde se registran la mayor cantidad de muertes. Poner en marcha programas productivos (puede ser siembra y cosecha de agua) para generar ingresos económicos para los productores descapitalizados. Insisto, que no hay otra salida que la “siembra y cosecha de agua” para encarar la sequía en mediano y largo plazos. En los casos que se pueda hacer transvases de fuentes de agua de zonas aledañas que no han sido tan afectadas por la sequía.
Y por su parte, ¿qué deberían hacer los mismos productores agrarios?
Mejorar sus técnicas de riego, con el fin de disminuir las pérdidas de agua. Cubrir sus campos con rastrojos de cultivos anteriores y malezas, para disminuir la pérdida de humedad por evaporación.
Más allá de la actual preocupante coyuntura climática, el campo está “envejeciendo”, porque los jóvenes al no encontrar una oportunidad de desarrollo en el agro, migran a las ciudades. Encima, los tres niveles de gobierno incentivan programas asistencialistas en las ciudades, restándole oportunidades al agro, ¿no cree Ud. que en lugar de promover ese tipo de programas se debería impulsar proyectos productivos en el campo mismo o establecer algún tipo de incentivos para los jóvenes? ¿Puede Ud. sugerir algunas medidas orientadas a frenar la creciente migración del campo a la ciudad?
Sin duda, la migración de los jóvenes del campo a la ciudad es cada vez más creciente. Una medida para reducir el éxodo de jóvenes campesinos es capacitarlos en técnicas de producción ecológica, desarrollo de cultivos rentables y mercados seguro para sus cosechas.
Impulsar la agroecología
¿Por qué priorizar la agricultura ecológica y no convencional?
Porque además de ser amigable con el medio ambiente, la agricultura ecológica nos permite producir alimentos sanos, no contaminados por agrotóxicos. Por esta razón, la demanda de productos ecológicos está creciendo. A raíz de la pandemia muchos consumidores están cambiando su hábito de consumo, optando por productos más sanos y saludables. Como parte de esta estrategia, se debe organizar bioferias en todas las ciudades y los programas de asistencia alimentaria dependientes del Tesoro Público deberían priorizar la compra de productos agroecológicos. Hay que sensibilizar a los jóvenes en la necesidad de cuidar el ambiente y reconociéndoles un pago por servicios ambientales.
Fuente: AGROPERÚ Informa